Proyecto macropuerto en El Gorguel / Fundación Sierra Minera
Un informe científico elaborado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) desaconseja el proyecto para construir un nuevo puerto en El Gorguel y la ampliación de la dársena de contenedores de Escombreras porque "implicaría la degradación ambiental del ecosistema marino de esta zona costera y paralizaría su proceso de recuperación tras el cese de los vertidos de residuos mineros".
Son las conclusiones de un estudio encargado por la Autoridad Portuaria de Cartagena para estudiar el estado de conservación de los ecosistemas marinos del litoral cartagenero y los efectos que tendrían sobre ellos la construcción de un nuevo puerto en El Gorguel y la ampliación de la dársena de contenedores de Escombreras.
El estudio concluye que "la construcción de un puerto en El Gorguel implicaría la degradación ambiental del ecosistema marino de esta zona costera y paralizaría su proceso de recuperación tras el cese de los vertidos de residuos mineros". Además, añade que "podría suponer una amenaza del estado de conservación del ecosistema marino costero de la zona de Calblanque, una de las zonas marinas hasta ahora mejor conservadas y con mayor biodiversidad del litoral murciano".
Este estudio se desarrolló durante el periodo 2019-2021. Para ello se llevaron a cabo varias campañas oceanográficas a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño y múltiples inmersiones con buceo autónomo y vehículos submarinos realizadas por un equipo científico multidisciplinar.
Se han recabado datos de numerosos y diversos aspectos fundamentales para determinar el estado de conservación del ecosistema marino: como la hidrografía, la geología del fondo marino, la distribución y estado de los hábitats bentónicos, los recursos pesqueros y su exposición a la contaminación.
Para ello se han empleado métodos de prospección geofísica (ecosonda multihaz y perfiles paramétricos del subsuelo marino) y se han tomado muestras de sedimentos superficiales, con objeto de caracterizar los diferentes tipos de sustrato según su naturaleza geológica (sedimentaria, rocosa, etc.) y biológica (praderas marinas, lechos de rodolitos o maërl). Además, se han identificado alteraciones del fondo marino relacionadas con la actividad humana histórica y actual, como los depósitos de estériles mineros en la bahía de Portmán y Gorguel.
En la zona de El Gorguel se han observado praderas de Posidonia oceanica y comunidades litorales del alga parda Cystoseira amentacea en muy buen estado de conservación lo que, según los científicos, evidencia no solo el buen estado ecológico de la zona, sino también claros síntomas de recuperación del ecosistema marino de estos fondos, que hace unas pocas décadas fueron completamente recubiertos por los residuos mineros vertidos desde Portmán.
En la zona de Escombreras y Cartagena las comunidades biológicas marinas de sus fondos "se encuentran sensiblemente alteradas y a pesar de los elevados niveles de presión antropogénica frente a la dársena, los indicadores analizados sugieren que los fondos entre 30 y 50 metros mantienen un buen valor ecológico", según el IEO. Sin embargo, "se evidencia el mal estado de las comunidades de macroalgas litorales en la franja costera incluyendo la ausencia total de la pradera de Posidonia oceanica".
Investigadores del IEO analizan el entorno de El Gorguel / IEO
Por otro lado, se han estudiado las concentraciones de una amplia variedad de metales en el sedimento que pueden tener su origen en actividades urbanas, industriales y trafico marítimo, y la actividad minera histórica en la Sierra de la Unión y Bahía de Portmán. En los fondos de El Gorguel y frente Escombreras, "los sedimentos han mostrado concentraciones particularmente elevadas de metales pesados potencialmente tóxicos para los organismos marinos, como arsénico, plomo y zinc".
Estas concentraciones "están por encima de los valores permitidos en las directrices para dragado y redistribución de sedimentos marinos". Es por esto por lo que apunta el informe que "la construcción del puerto de El Gorguel podría suponer la removilización de parte de estos metales traza y favorecer tanto su acumulación en los organismos marinos como su redistribución a otras zonas litorales por las corrientes marinas".
Por tanto, la ampliación de la dársena de Escombreras supondría, según el estudio, "una menor afección sobre las comunidades biológicas de las zonas inmediatas, ya que se encuentran sensiblemente alteradas". Sin embargo, en base a las evidencias observadas por los científicos, "la ampliación de la dársena de Escombreras deberá tener en consideración la posible dispersión de contaminantes hacia las praderas de Posidonia oceanica y otras comunidades biológicas del entorno de las áreas marinas protegidas de la isla de las Palomas y cabo Tiñoso".
También señala al impacto que puede tener el aumento del tráfico marítimo en la zona, "siendo éste un vector global de introducción y dispersión de especies invasoras, supondría un incremento del potencial riesgo de esta amenaza biológica sobre los ecosistemas marinos".
Es por todas estas razones por lo que desde el IEO, creen que son necesarios "estudios más detallados para evaluar el posible impacto de la ampliación de la dársena, en especial de cara a hacer compatible esta actuación con la declaración de la reserva marina de cabo Tiñoso".
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